“Andá pa’ allá bobo” y el contexto de los que sufren bullying

Viernes a la tarde, todo previsto para terminar la picada a tiempo y a las 16.00 ir por el postre mientras comienza el partido. Cabulera no soy, pero mirarlo por primera vez con alguien con quién todavía no tenés confianza no se lo aconsejo a nadie: hace que no te atrevas a emitir palabras “malsonantes” para no dar malas impresiones.

Aclaro, antes de seguir escribiendo, que pido la indulgencia que merece una mujer que de fútbol sólo sabe que es gol cuando la pelota entró al arco y, aún así, se puede anular. Pero aunque no sé de fútbol me emociona ver jugar a la Selección y sí sé de otras cosas que voy a escribir a continuación.

Partido sufrido si los hubo… el excesivo tiempo de alargue, el gol de Países Bajos en el último minuto, las innumerables tarjetas amarillas, y los penales…como dicen los tanos: ¡Mamma mía! ¡Qué partido más reñido!

El futbolista Lionel Messi, el protagonista de la frase que recorre el mundo. (Foto: AP)
El futbolista Lionel Messi, el protagonista de la frase que recorre el mundo. (Foto: AP)

No busquen tecnicismos en este artículo porque no los van a encontrar, no voy a hablar de la superioridad técnica de nuestro equipo, yo sólo sé que quería que ganara la Argentina, y que no podía imaginar lo que sentirían los jugadores de nuestro plantel porque yo estaba al borde del “bobazo”. Este partido no era apto para pacientes con riesgos cardiovasculares.

Todos jugamos el partido

Tantas expectativas puestas sobre los jugadores que, al menos durante dos horas, nos hacen olvidar por un momento las muchas dificultades que estamos viviendo como país. Desde mi subjetividad de hincha, me permito decir que, es situación se da no sólo por el esfuerzo que hizo el equipo sino también por la necesidad que tenemos como pueblo de aferrarnos a la alegría que conlleva estar en semifinales. Si no sos argentino, no lo entenderías, pero te lo explico: para nosotros el fútbol es el deporte que más nos representa, y cuando ganamos, ganamos todos.

Nosotros también jugamos el partido, nuestro cuerpo reacciona a todo lo que sucede en la cancha, nos duelen las injusticias, la pelota que no entró, la falta que no se cobró. Sentimos en “carne propia” todo lo que sucede adentro de la cancha. No es un artículo técnico, no vamos a hablar del funcionamiento de las neuronas espejo, ni de neurotransmisores como la dopamina y la sensación de felicidad que sentimos si nuestro equipo gana. Cito esto a modo de reflejar lo que significa para nosotros ver jugar a la Selección.

Y después… después del alegrón viene el después, lo que dicen los comentaristas, los festejos, las entrevistas…. Y acá vamos al punto en cuestión, la tan repetida frase de nuestro jugador estrella: “que mirás, andá pa´ allá bobo”. Una frase que, por supuesto, quedará grabada en nuestro inconsciente colectivo, que nos garantiza memes de aquí a la eternidad. Entiendo que los medios de comunicación internacionales puedan describir esta acción como antideportiva, y rápidamente se aventuren a juzgar a Lionel Messi como irrespetuoso.

Esto me hizo acordar a una situación de “bullying” donde la docente castiga al niño al que ve pegar, sin investigar el contexto, cuando, en realidad, se trataba de una reacción defensiva de quién era la víctima. Yo los invito a analizar la situación en perspectiva, no a quedarnos con el recorte de lo que vimos frente a la cámara.

Las injusticias y las emociones

Luego de las chicanas de los jugadores de Países Bajos (sobre todo del 19) a los futbolistas argentinos que pateaban los penales y las sucesivas provocaciones, pido que no nos quedemos con una parte de la situación, es decir, sólo con la reacción de “nuestro Messi”.

Cito mis propias palabras en un artículo anterior referido al cachetazo de Will Smith a Chris Rock : “¿Que sentís si alguien se burla o agrede a quién amás? ¿Quién no se sintió atropellado o enfadado frente a algo injusto?”. Allí me expresaba sobre las emociones, no podemos elegir qué sentir, porque eso es una batalla perdida, pero si sobre lo que hacemos, sobre nuestras conductas.

Y no estoy aquí justificando a Messi, sino tratando de entender. Les pregunto a los opinólogos internacionales: ¿Quién no fue Leo alguna vez?

Reflexionemos juntos acerca de esta situación de las actitudes antideportivas, de la expresión asertiva de nuestras emociones. Como decía Aristóteles: “Enojarse es fácil. Enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto; eso sí que es difícil”.

* Paola Zabala Consultora psicológica Especialista en Bullying o Acoso Escolar, Directora de Comunidad Anti Bullying Argentina y oradora TED – El Bullying no es cosa de Chicos.

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