Electroestimulación y ejercicios, las claves para mejorar la relación entre histerectomía y suelo pélvico

La histerectomía es una opción terapéutica a la cual se recurre como elección para curar en forma definitiva trastornos como la menometrorragia, el leiomioma, el prolapso uterino, la adenomiosis y el sangrado uterino anormal de la posmenopausia.

“La histerectomía consiste en extirpar el útero. Puede ser en su totalidad o solo el cuerpo del útero y dejar el cuello, depende de cada caso en particular”, explica Bárbara Seybold (M.N.110.087) ginecóloga especialista en ginecoendocrinologia y consultora en climaterio.

Existen tres métodos para realizar la histerectomía:

  1. Histerectomía abdominal total: es el tradicional. Es una técnica abierta, puede ser como una cesárea, una herida mediana que va desde el ombligo hasta el pubis.
  2. Histerectomía laparoscópica: es una técnica de última generación en la cual se hace la cirugía por medio de unas incisiones muy pequeñas en el abdomen. Las heridas son de un centímetro y la paciente tiene una recuperación más rápida que con el método abdominal.
  3. Histerectomía vaginal: se aplica solo en pacientes que tienen riesgo de descenso del útero.

El útero es el sostén de la vejiga y cuando se hace la histerectomía, hay un mayor riesgo de que descienda la vejiga o que el piso pélvico se prolapse. “En esas pacientes, se indica hacer una rehabilitación del suelo pélvico”, señala Seybold.

Cómo se rehabilita el suelo pélvico

Los programas de rehabilitación en estos casos consisten en ejercicios de suelo pélvico de máxima intensidad, que se realizan durante pocos segundos con cortos tiempos de descansos.

”Se hacen ejercicios de estabilidad lumbopélvica y electroestimulación para fortalecer el tono de los músculos abdominales. También se trabaja sobre la cicatriz”, remarca Laura Baroli (M.N. 13.433), kinesióloga especializada en rehabilitación del suelo pélvico.

Electroestimulación y ejercicios, las claves para mejorar la relación entre histerectomía y suelo pélvico

Según la especialista, este trabajo también se puede hacer previo a la cirugía para que la musculatura quede más resguardada. “El tratamiento con todas estas técnicas resulta muy eficaz para la mejora de la calidad de vida de este tipo de pacientes, con mucho impacto en la función sexual”, asegura Baroli.

Los trastornos del suelo pélvico son muy comunes; una de cada tres mujeres experimentará incontinencia urinaria, una de cada dos desarrollará prolapso de órganos pélvicos, mientras que una de cada 10 experimentará incontinencia fecal, según la Sociedad Internacional de Medicina Sexual.

El sexo después de la histerectomía

Algunas mujeres tienen menos interés en el sexo después de someterse a una histerectomía. La prevalencia de disfunción sexual se estima en alrededor del 30-50% en la población general, mientras que en las mujeres con trastornos del suelo pélvico, la incidencia reportada se eleva al 50-83%.

“La calidad de las relaciones sexuales de las mujeres puede mejorar muchísimo con la práctica de unos ejercicios muy simples que permiten tonificar la musculatura del suelo pélvico, una parte esencial del organismo femenino para que disfrutemos del sexo”, concluye la kinesióloga.

spot_img

NO TE LO PIERDAS

MIRALO DE VUELTA