En este estudio, más de 79 mil mujeres fueron estudiadas por tres años mientras se mantenían solteras, se casaban, mantenían relaciones serias o casuales, se divorciaban o se separaban. Estas mujeres eran de edades de entre 50 y 79 años y de más de 40 ciudades en Estados Unidos. Todas estaban en su etapa post-menopausia.

Para medir su estado de salud, se hicieron reportes de su presión arterial, medida e índice de masa corporal. Además se les preguntó sobre sus hábitos alimenticios, ejercicio y consumo de alcohol y tabaco.
Los resultados arrojaron que cuando las mujeres solteras se casaban, después de la unión consumían más alcohol y aumentaba su presión arterial. Por otra parte, cuando las mujeres casadas se separaban o divorciaban la presión arterial bajaba, sus hábitos alimenticios mejoraban y la actividad física aumentaba, aunque eran más propensas a comenzar a fumar.